lunes, 21 de mayo de 2012

DESPEGUESE DE LO QUE YA NO TE PERTENECE


Lleva cosas nuevas a tu vida y recibirás lo nuevo como recompensa
Muchas veces es difícil cambiar porque nos acostumbramos a las personas, a las cosas que tenemos y a las situaciones del día a día. Entonces, cuando llega la hora del cambio, no nos sentimos preparados para recibir lo nuevo. Es en ese momento en el que debemos intentar desapegarnos.
No en el sentido de perder el  interés o afecto por algo, sino en el sentido de conseguir terminar una cosa para comenzar una nueva. Tratar con el desapego es saber que algo ya no nos pertenece y entender que la vida es un intercambio de experiencias, una renovación en cada momento que pensamos que es necesario.
¿Cuántas veces ya ordenaste tu armario, pero él continuó con las mismas ropas y accesorios puestos en lados diferentes? ¿Cuántas veces limpiaste la estantería de muñecos o libros y pensaste en compartir aquel objeto que un día te hizo compañía y trajo un mundo de felicidad pero no lo hiciste?
Lo que ahora es un mimo dentro de casa puede ser más útil para otra persona. Lo antiguo puede atarnos al pasado. Y, estar atado a cosas nunca es bueno. Recordar sí. Los buenos recuerdos hacen bien, pero la memoria se encarga de eso, no necesitamos de algo material para recordarnos que lo que pasó fue bueno. Situaciones muy simples pueden favorecer al desapego.
¿Qué necesita un cambio en tu vida? Metafóricamente, piensa en eso como si fuese un armario. ¿Qué hizo parte de tu vida un día y ahora puedes compartirlo con un amigo, con alguien que ni conoces o con el mundo? Entrega aquello que no utilizas más, lleva cosas nuevas a tu vida y recibirás lo nuevo como recompensa, de otra persona que también compartirá contigo la misma idea de desapego.
(extraido del blog de IURD España)

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